miércoles, 17 de agosto de 2016

Prima Opera

Ja… esa sería mi primer y desacorde expresión. Primera vez, miedo, ansiedad, aprensión, ilusión, todo junto; todo junto me es mucho para digerir de una sola vez.
Escucho rítmicos gritos, divinos acordes, siniestros sonidos. Todo está dentro de mi gusto, todo fuera de mi entendimiento.
Una señora emite graves e inquietantes alaridos. Un popurrí de gentes agudas me llevan a sueños insoñables. No entiendo, no necesito entender, necesito dejarme ir.
Mi oído se revuelca en lo que oye, mi mente se suspende en el acto de escuchar. Voces más allá del canto, música más allá de la armonía. Sí, todo me es armoniosamente caótico.

Disfruto cada medido centímetro de la partitura invista, de cada sonido escuchado, de cada voz insospechable, de cada tono entonado. Amé el acto, amé la ejecución, amé la obra… Amo “La Opera”.

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