jueves, 28 de julio de 2016

Sombra

Su silueta se recorta en la ventana. Hace tiempo que a esta misma hora lo veo en la misma postura, el en su ventana y yo aquí en mi callejón. Nos esperamos.
Siempre me dio curiosidad su quietud, llegué a pensar que se trataba de una de esas figuras de yeso que se encuentran en los escaparates de las tiendas de poca monta. Desistí de semejante conjetura, no por revelación humana o divina, simplemente porque dejaría de ser mi necesaria y diaria compañía. Esta es la hora en que nos miramos, la hora que nos pensamos, la hora que nos añoramos. No sabemos de preguntas, no sabemos de respuestas, nos comprendemos.

La noche me aqueja, debo dejar mi morada de cartones antes del amanecer, los vecinos se molestan si me ven durmiendo en la calle. Hasta mañana mi gato de sombra…hasta mañana.

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