Recuerdo cuando te amaba, recuerdo cuando me amabas. Cuando las palabras
eran reacciones y las acciones palabras. Todo se va, como la vida. Todo nos
llega, lastimarnos es algo que hizo costumbre, sin buscarlo, sin pensarlo, y a pesar
de eso logramos hacerlo. Existen preguntas ¿Cuándo dejaste de amarme? ¿Cuándo deje de
amarte? Es tan simple para mi... nunca dejé. Siguen siendo música voladoras tus decires, necesitados tus besos y sentidas tus caricias.
Algo que se, cada día es una batalla de una no guerra perdida. Porque
no hay guerra, no hay vencedor, no hay vencido, solo dos almas doloridas. Verdades
que van y vienen en su pura verdad. Dolor que tiene su principio y no
tiene su cenit. Olvidar es inhumano; no recordar es posible.
Muchas luchas podríamos sobrellevar, quizás no tantas como hubiésemos deseado. Herir es un buen recurso, porque sentir no es pensar y causar no es casualidad.
Muchas luchas podríamos sobrellevar, quizás no tantas como hubiésemos deseado. Herir es un buen recurso, porque sentir no es pensar y causar no es casualidad.
Cuantas verdades en el sentir,
cuantos adioses no dichos, cuantas desilusiones ocultadas, cuantos sentires
perdidos, cuantas esperanzas sin certidumbre.
Y al final, solo me queda un recuerdo. Recuerdo cuanto te amo, recuerdo
cuando me amas.
Necesito de tu ser para ser. Memorias del presente para que no ser pasado. Alusiones al futuro que buscan pasados felices.
No hay futuro sin tu ser, no hay presente sin vos.
Necesito de tu ser para ser. Memorias del presente para que no ser pasado. Alusiones al futuro que buscan pasados felices.
No hay futuro sin tu ser, no hay presente sin vos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario