Mirarme al espejo fue
una consecuencia, me estaba buscando. ¿Que esperaba encontrar? No era más que
yo. Sin embargo me invitaste al ayer, mi reflejo de hoy se desdibujo.
Recuerdos traídos para
invocarme. ¿Invocar? Al diablo o al dios. Soy la conjunción de tantos espíritus
que es imposible definirme. Solo me incitaste a evocar tiempos, tiempos sin hebras
de nieve, tiempos sin surcos de arado, tiempos sin juicio de inconsciencia. Mirarme,
verme, añorarme. Delatas mi ir y no sabes de mi porvenir.
Espejo ¿No eres eso? ¿Un
cuadro vivo que no permite regodearme del venir? ¿Aludes mis bajezas? ¿Muestras
a cronos en mí?
Soy pasado, quiero ser presente
y necesito ser futuro.
Hoy, nadie me pinto
mejor. Usaste tus ácidos pinceles para revelarme. Cristal sin matices que
presentas con esplendor la oscuridad de mi alma. Ya no quiero verme en tu
mirada. Mañana volveré a enfrentarte y volveremos a luchar. Batalla de todos
los días.
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