Ahí estabas. Te miraba y no podía reconocerte. En mi mente
tenía los recuerdos de tu existencia. Claro, te había deseado y buscado.
Llegaste hoy descubriendo otro pasado. Lugar de olvidados tiempos; de abuelos y
sonrisas, de tardes y caramelos.Volviste para recordarlos, para despertarme de mí
invierno. Trajiste colores de primavera y sonidos de verano.
Viejo cachivache colorido que supiste ser mi deleite. Hoy
dormís en este viejo armario, de esta vieja casa, de aquella vieja vida. Resucitaste para mí; para llevarme y traerme.
Juguete eterno de emociones sin sentido. Alegría… Alegría...
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