Abrigo que sólo abriga el cuerpo. Frio del alma. No hay cobijo
que mitigue este gélido pesar.
¿Llegará la primavera? ¿Promesa de augurio? ¿Llegaré al
florecimiento? ¿Mis viejas ramas volverán a tener brotes? ¿Volverán las mil
hojas a cubrir mi vergüenza? ¿Podré volver a ser lo que era? ¿Seré tan fuerte
para aguantar el desasosiego?
Preguntas, reinado de interrogantes sin sentencia.
Invierno, lugar en el tiempo de zozobra y constricción, rescate
de la voluntad y del ser, primeros pasos a la nada y al todo, paradoja de la
vida, muerte y renacimiento.
Te recuerdo en mi existencia, te olvido en mi martirio.
Te espero al final y en el génesis
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